domingo, 18 de enero de 2009

Un pianista palestino y un director israelí protagonizan el concierto de la Sinfónica de Euskadi el lunes en Baluarte

Tras el paréntesis navideño, la Orquesta Sinfónica de Euskadi ha retomado su actividad con un nuevo programa de conciertos, con el programado para el lunes 19 de enero en el Auditorio Baluarte en Pamplona.

El nuevo programa contará con el director invitado Ariel Zuckermann, que sustituye al inicialmente programado Pablo González, y con el pianista Saleem Abboud Ashkar. Las dos figuras invitadas a este programa pertenecen a la nueva generación de artistas que viene desarrollando una importante carrera musical. Nacido en Israel, Ariel Zuckermannn, es una de las más solicitadas batutas de la citada nueva generación. En la actualidad, dirige a orquestas como Radio de Colonia, Radio de Munich, Cámara de Viena o Filarmónica de Praga. Nacido en Nazaret, el pianista palestino israelí Saleem Abboud Ashkar realizó sus estudios entre Londres y Hannover. Colabora con asiduidad con las principales orquestas de Israel. A sus 32 años ha tocado bajo la batuta de Zubin Mehta, Daniel Baremboim y Riccardo Muti.

La Orquesta de Euskadi ofrecerá un programa que transcurrirá entre Beethoven y Ravel con una temática común, el destino. Iniciarán los conciertos con la interpretación de la obertura Leonora III de la única ópera que escribió Beethoven, Fidelio. Esta partitura fue muy controvertida para el compositor que vio el rotundo fracaso de su estreno. La propia obertura tiene cuatro versiones, esta corresponde a la tercera y constituye una especie de resumen sinfónico de la ópera. Siguiendo con Beethoven, cuya Sinfonía número 5 ocupará la segunda parte de los conciertos, cabe decir que se trata de una obra de gran trascendencia para la historia de la música occidental, muy conocida y curiosamente embarcada con otros 26 extractos musicales en la nave Voyager 1 que envió la NASA al espacio en 1977. Pese a los doscientos años transcurridos desde su estreno, la Quinta Sinfonía mantiene intacto todo su poder de fascinación, sobre todo por el poderoso Allegro con brio inicial.

Ravel regresa a los atriles de la Orquesta de Euskadi con su popularmente conocido Concierto para la mano izquierda. El autor del encargo fue su amigo Paul Wittgestein, quien había perdido su mano derecha en la Primera Guerra Mundial. Este concierto fue grabado por la Orquesta de Euskadi con el pianista bilbaíno Joaquín Achúcarro, además del Concierto en Sol Mayor y la Alborada del Gracioso. Durante estos días será el pianista Saleem Abboud Ashkar quien interprete este difícil Concierto, escrito para ser intepretado únicamente con la mano izquierda.

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