El Teatro Gayarre acoge el viernes 21 y el sábado 22 de enero (8 tarde) el estreno de la zarzuela de Federico Moreno Torroba LUISA FERNANDA, considerada la reina de las zarzuelas, séptima producción de este género en trece años de la Fundación Municipal Teatro Gayarre.
Esta nueva producción ha sido dirigida, en la apartado escénico, por Ignacio Aranaz, y por Luis Remartínez en el apartado musical. Los cantantes y actores Amparo Navarro, Federico Gallar, Rocío Ignacio, Albert Monserrat, Nerea Castellot, Amaia Azcona, Iker Bengotxea, José Mari Asín, Jesús Idoate y Javier Andueza conforman un elenco que se completa con la Orquesta Sinfónica de Navarra y el Coro Juvenil del Orfeón Pamplonés, dirigido por Juan Gaínza. La escenografía e iluminación son obra de Tomás Muñoz, el vestuario es obra de Gabriela Salaverri, y la utilería de Javier Sáez.
Luisa Fernanda se convierte así en el séptimo título de este género lírico que estrena el Teatro Gayarre en trece años años. En 1999 se estrenó El asombro de Damasco, primera zarzuela producida por la Fundación Municipal con la que se puso en marcha una iniciativa que trataba por un lado de tapar un hueco que la iniciativa privada no acaba de cubrir, la de producir espectáculos de este género, y por otro la de tratar de recuperar la presencia en este escenario de un género tradicionalmente reclamado y escasamente producido.
Después de El asombro de Damasco vino La canción del olvido, Katiuska, La generala, la reposición de El asombro de Damasco y El dúo de La Africana hasta llegar a El niño judío, estrenada en 2009.
La reina de las zarzuelas
Luisa Fernanda es, probablemente, la mejor zarzuela del maestro Moreno Torroba y su mayor éxito. Es considerada la reina de las zarzuelas.
Con el estreno de Doña Francisquita de Amadeo Vives en 1923 se inicia el periodo de restauración de la zarzuela “grande”. De esta forma se reconduce la producción lírica de principio del siglo XX dispersa en múltiples tendencias y estilos. Federico Moreno Torroba, junto a otros como Penella o Sorozábal, vuelve su mirada a la antigua zarzuela, la de los maestros Barbieri, Arrieta o Gaztambide, conservando los aromas castizos del pasado y con fórmulas de siempre rescatan el formato grande de zarzuela de tres actos donde el mundo romántico y verista que impera en la época y, sobre todo, el canto retoma el protagonismo que merece.
Moreno Torroba, del que no podemos olvidar su producción sinfónica ni su fecundo catálogo dedicado a la guitarra (sin duda motivado por su gran amistad con Andrés Segovia) encuentra en el teatro lírico su campo más fecundo y en Luisa Fernanda el más clamoroso y universal de sus éxitos.
El magnífico libreto del tándem Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw (con los que Moreno Torroba colaboraría muchos años) nos habla de un amor imposible teniendo como telón los conflictos políticos y sociales que anuncian la llegada de la Primera República, y un doble marco geográfico: Madrid y las tierras extremeñas, circunstancia esta que permite al autor adentrarse en nuestro riquísimo folklore con un número coral de agradecer.
Sobre esta base la inspiración y fina mano orquestadora el autor nos da una de sus mejores páginas. Desde su estreno en el Teatro Calderón de Madrid el 26 de marzo de 1932, se pueden contar por muchos miles las representaciones de Luisa Fernanda siempre acompañada por el éxito. La mazurca de las sombrillas o el Cuánto tiempo sin verte, forman parte ya de nuestra tradición y no fueron pocas las niñas con este nombre bautizadas por culpa de esta zarzuela.
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