jueves, 5 de enero de 2012

Crítica de "Fructuoso", de Jerónimo Cornelles y Patricia Pardo, teatro para niños en la ENT

Fructuoso. Autores: Jerónimo Cornelles y Patricia Pardo. Direccion: Ramón Vidal. Intérpretes: Irantzu del Valle, Mireia Díaz, Amaia Izurzu, Izaskun Lasarte, Javier Napal, Laura Penagos, Víctor Segarra. Lugar y fecha: ENT, 26-30/12/11, 2-4 y 6-8/01/12. Público: lleno (en la función del 2). Dulces sueños Llega la Navidad y, junto con ella, vienen otras tradiciones consustanciales a esta época. Entre ellas, el montaje para niños de los alumnos del último curso de la Escuela Navarra de Teatro. Y cuando digo el último curso, quiero referirme, obviamente, a que están en el año previo a terminar sus estudios. Mantengo mis esperanzas en que el año próximo habrá una nueva hornada de actores egresados del centro de la calle San Agustín. Y las mantengo también en que, de nuevo, cientos de familias podrán abarrotar de nuevo la sala de la ENT durante las dos semanas en las que está en cartel la entrega anual de la función navideña. En esta ocasión, la obra ganadora de la modalidad en castellano del XX Concurso de Textos Teatrales para Público Infantil (otra tradición que espero que no se pierda) mezcla el mundo de los sueños con el universo gastronómico. Una mezcla de nouvelle cuisine que, en principio, podría casar muy bien, por contener ambos ingredientes un buen fermento para la imaginación y para el deleite de los sentidos. La historia trata de Diego, un joven aprendiz en una escuela de cocina que se enfrenta a su examen de postres sin saber a ciencia cierta qué preparar para enfrentarse a tan dulce desafío. Apurando la fecha límite, algo con lo que me identifico, Diego hace como los malos estudiantes: quedarse la noche anterior en la cocina de la escuela para ver si la urgencia estimula su imaginación. Cuando el cansancio le venza y el sueño le acoja, los diferentes alimentos cobrarán vida y adoptarán las caras de sus compañeros de clase, que no solo pelearán para imponer su sabor en el postre de Diego, sino que sacarán del subconsciente de éste diversos aspectos de su vida cotidiana. Me parece interesante en Fructuoso, que así se llama la función, que se sitúe en un espacio físico no habitual para los relatos infantiles y que saque provecho de ese ámbito para desarrollar su historia. El problema es que me temo que la historia se cuenta por acumulación de personajes más que por la evolución de un argumento; una falta más o menos habitual en autores novatos, cosa que Jerónimo Cornelles y Patricia Pardo no son. Sí me parece acertado el intento de que la trama más superficial (la elaboración del postre) se mezcle con las inseguridades y temores íntimos del protagonista, pero creo que esta línea habría merecido una mayor dedicación. La resolución, que no procede del propio desarrollo de la trama, me parece que sería también revisable. A falta de una progresión argumental sólida que mantenga cosido el interés de los pequeños, la habitualmente eficaz labor de dirección de Ramón Vidal se ha decidido por cubrir el bizcocho que forma la base del montaje con una vistosa capa de momentos musicales y de bailes que eviten que la atención se disgregue. La cosa funciona más que aceptablemente, aunque sea a costa de fragmentar una acción ya algo endeble. Los actores están bien y contribuyen a que el espectáculo se sostenga, especialmente gracias a un muy en su sitio protagonista (Javier Napal). También destacaría, sin desmerecer al resto, a un Víctor Zagarra que saca buen partido de los momentos cómicos que le brinda el texto, y a Laura Penagos, por su simpatía en la confección de su personaje.

No hay comentarios: