jueves, 23 de agosto de 2007

Actores que viajaron a Mérida para hablar de la inmigración son confundidos con ilegales y retenidos por la policía

Mis informantes extremeños me cuentan una de las cosas más abracadabrantes que pueden ocurrir en la España de hoy. Los actores nicaragüenses encargados de cerrar el Festival de Mérica con una Andrómaca que habla de la inmigración y los excluidos de la sociedad fueron retenidos por la policía en la frontera al considerarlos inmigrantes ilegales. Por lo visto, los agentes ni sabían que existía un Festival de Mérida. Llamativo. Un párrafo más abajo informo del montaje.
El mismo informante me cuenta que abandonó la representación de Lisístrata (tan vapuleada aquí) de lo mala que era, y que lamentó que parte del público la aplaudiera. Lamentó todavía más que 300 de los espectadores que acudieron al Festival extremeño han denunciado por escrito al festival por programar Los persas, donde se hace una durísima crítica al militarimo aznarista, que llevó a nuestro país con mentiras a una guerra que todos sabemos cómo está discurriendo. Y como acabará. Los espectadores llevaron mal escuchar el himno de la legión (novios de la muerte y laralá, laralá) y que se ondeara la banderita española con rechufla.

Andrómaca

La compañía de Nicaragua Alcyone Teatro comenzará a despedir hoy jueves el LIII Festival de Teatro Clásico de Mérida con el estreno de Andrómaca, una versión de la obra de la tragedia de Eurípides que muestra los avatares que sufren los inmigrantes cuando son excluidos en la sociedad.
Según explicó ayer en Mérida el director de la obra, Alfredo Guzmán, el montaje se centra en dos líneas de trabajo, que son la obra que Eurípides escribió en el año 425 antes de Cristo y el tema de la inmigración en la actualidad, para demostrar que, espiritualmente, no hemos evolucionado tanto en este sentido. Andrómaca expresará desde mañana en el Teatro Romano el desarraigo de los emigrantes y los problemas a los que se enfrentan cuando no logran ser integrados en el país donde aspiran a una vida mejor que la que tenían antes de abandonar sus zonas de origen. Sobre el monumento, Guzmán dijo que es un escenario al que hay que acercarse "con reverencia, temor y, al mismo tiempo, con placer", y agradeció a la producción del Festival la oportunidad de representar esta obra, así como el apoyo que le brindó cuando, afirmó, la compañía fue retenida en el Aeropuerto de Barajas a su entrada en España. "Hemos tenido una experiencia que nos ha servido para darle mayor realismo a la obra", explicó el director teatral, además de comprobar que, "a veces, la realidad supera la ficción", añadió.
Por su parte, Magelda Campos, la actriz que interpreta a Andrómaca, dijo que el montaje, que se representará hasta este domingo 26, muestra cómo muchas personas se encaminan a otro país con "una maleta de sueños", aún sabiendo lo que se van a encontrar, pero se dan cuenta de que la situación es "más dura" de lo que imaginaban. Según indicó, la obra pone de manifiesto cómo los extranjeros son siempre "el blanco del tiro" y a quienes se les acusa de todo lo malo que ocurre. Por su parte, Amarilis Soza (Hermíone en la obra) señaló que su personaje es "la mala de la obra", una mujer "fuerte, dominante, que lucha por mantener su poder en su territorio y sobre todo aquello que considera suyo", con el fin de mantener el arraigo y los orígenes del lugar donde nació.

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