domingo, 30 de diciembre de 2007

CRÍTICA: "Las bizarrías de Belisa", por la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico

Debutó la Joven Compañía este año, en el Festival de Almagro. No ha parado de actuar desde entonces, y no me extraña, porque el estreno ha sido a lo grande. Eduardo Vasco, director de la CNTC, se arremangó en la primera producción y firmó la versión y dirección de Las bizarrías de Belisa, de Lope de Vega, un texto sobre amores entre jóvenes (como casi todos los de las comedias áureas). Pude verla finalmente el pasado 22 de diciembre, en Madrid.
Me pareció excelente el trabajo del joven elenco, todos con un mínimo común muy elevado, tremendamente profesional. Catorce actores muy bien preparados para el verso y la acción, que no desentonarían en ningún montaje privado o público. Vasco utiliza un piano romántico en el centro del escenario prácticamente toda la función y su música pone ambiente a los mejores momentos. Doce sillas decoradas individualmente (que según la disposición se convertían en fachada, interior, carruaje), y nada más que iluminación y sonidos para crear todos los ambientes, dando todo el protagonismo al texto y al actor. Como se hacía en los patios de comedias.
La función, en el Teatro Pavón, prácticamente a teatro lleno.
Un espectáculo esperanzador, para una iniciativa necesaria: ojalá pasen muchos jóvenes actores por esta compañía, curso de dicción de verso incluido, y extiendan el gusto por el teatro clásico como una mancha de aceite.

No hay comentarios: