lunes, 20 de octubre de 2008

Anna Karenina, con el ballet de boris Eifman de San Petersburgo, el martes a las 20 horas en el Teatro Gayarre



TEATRO GAYARRE. Martes 21, a las 20 horas. Entradas: 24, 16 y 6 euros.

Ballet ANNA KARENINA. Idea original según la novela de Leon Tolstoi. Coreografía y dirección: Boris Eifman. Música: Piotr Ilich Chaikovski. Efectos especiales: Leonid Eremin. Escenografía: Zinovij Margolin. Vestuario: Viacheslav Okunev. Iluminación: Gleb Filshtinsky.
Duración: 1h 50´ incluida pausa ( I Parte 45´/ Pausa 20´/II Parte 45´).
Estreno, 31 de marzo de 2005, en el Teatro del Conservatorio de San Petersburgo.

ANNA KARENINA. Música: P.I. Chaikovski
Serenata para cuerdas, Suite nº 1, Balada sinfónica «Voïevoda», Scherzo, opus 12. Sinfonía Patética, Poema sinfónico «Manfred». Fantasía Sinfónica «Francesca da Rimini», opus 32. Adagio Cantabile Sinfonía nº 2. Obertura Fantasía «Hamlet». Suite nº 3 «Meditación», opus 42. Fantasía sinfónica «Tempestad» y Obertura Fantasía «Romeo y Julieta».

ANNA KARENINA
La danza es un terreno muy particular que permite la realización de dramas psicológicos y ofrece la posibilidad de adentrarse en el inconsciente del ser humano. Cada nuevo espectáculo es una búsqueda de lo desconocido. La novela Anna Karenina ha atraído siempre mi atención; leyendo a Tolstoi uno percibe la extraordinaria maestría del autor para descubrir el mundo psicológico de sus rotagonistas. Una precisión y una asombrosa sensibilidad que refleja también la vida de la Rusia de la época.
En la novela Anna Karenina se percibe, no sólo el estudio exhaustivo del mundo psicológico de su heroína, sino la verdadera revelación psicoerótica de su personalidad. Ni siquiera en la literatura contemporánea podríamos encontrar pasiones, metamorfosis o fantasmagorías como éstas. Todo esto se ha convertido en el sentido de mis reflexiones coreográficas.
El ritmo tranquilo de la familia Karenina (funcionario del Estado, respeto riguroso,
convenciones sociales), deja traslucir una ilusión de paz y armonía. La pasión de Anna por Vronsky destruye y trastorna la vida sosegada de ésta. La sinceridad de los sentimientos de los dos amantes fue rechazada y causó miedo por su autenticidad.
La hipocresía de Karenina era conveniente para todos excepto para Anna. Ella refirió el amor,pasión que la absorbió completamente, a su deber de madre dedicada a su hijo. Se condenó a una vida de exclusión. Ya no vivía momentos
felices, ni en sus viajes, ni en el seno de su ostentoso dominio familiar, ni en los placeres de la vida social. Sólo quedaban sensaciones trágicas debidas a la falta de libertad de esta mujer en sus relaciones pasionales.
Entiendo a esta mujer que se convierte en un ser dependiente de un hombre. Esta dependencia como cualquier otra, es una enfermedad y una tortura. Anna puso fin a sus días a fin de liberarse y abreviar su espantosa vida llena de sufrimientos. Para mí, Anna es camaleónica ya que posee dos personalidades en ella misma: exteriormente, se muestra como una mujer mundana ,percibida así por su marido, su hijo y la sociedad que la rodea ; interiormente, es sin embargo, una mujer inmersa en un mundo de pasiones. ¿Qué es más importante ? ¿Preservar la ilusión aceptada por todos dentro de la armonía, el deber y el orden familiar o someterse a la auténtica pasión? Hasta qué punto tenemos derecho a romper una familia ? ¿Privar a un niño de la protección maternal por la locura de la carne ?
Estas preguntas que una y otra vez se hacía Tolstoi en el pasado, tampoco hoy podemos dejar de planteárnoslas. ¡Seguimos sin respuestas !Nada hay más importante que ser comprendido, no importa que sea en la vida o en la muerte. Boris Eifman.

EIFMAN BALLET THEATRE
Reconocida por la prensa como la mejor Compañía de Ballet de Rusia de hoy en día, el Eifman Ballet Theatre fue creado en 1977 por Boris Eifman, el coreógrafo más creativo del Kirov, en un deseo de independencia que se identificó dos años más tarde con el Centro Coreográfico puesto a su disposición por el Ayuntamiento de San Petersburgo, donde se forjan sus mejores creaciones (es la única compañía en Rusia que produce dos nuevos espectáculos cada año), gracias al trabajo asiduo de los bailarines que lo componen.
Desde 1990 la Compañía EIFMAN ha realizado giras por Alemania, Gran Bretaña, África del Sur, Polonia, EEUU, Francia, España, Austria, Suiza, Turquía, Holanda, Brasil, Grecia y Japón. Tiene una presencia especialmente importante en el Bolshoi de Moscú, en el New York City Center y en el Teatro de los Campos Elíseos de París. Todas sus creaciones son presentadas en el New York City Center, donde ha sido elogiado repetidamente por la crítica tanto por la calidad de sus componentes como por la originalidad de los espectáculos.

BORIS EIFMAN.
Fundó su propia compañía en 1977 rompiendo con las estrictas reglas del academicismo ruso y revelando así una voluntad férrea de independencia. Desarrolla su propio estilo frente a los aficionados a la danza clásica y a la danza contemporánea; resiste a las corrientes y a las modas para imponer una forma de expresión muy personal; describe la composición creadora de la manera siguiente: 􀂳􀂫todo reside en la estética, pero la belleza formal del gesto no es un fin en sí. Eso no significa que la cualidad plástica de la coreografía sea menos importante que el hecho de encontrar una cierta intensidad dramática en las situaciones. Creo sencillamente que no se puede entender la belleza como una noción abstracta. Cuando creo un movimiento, es por supuesto con la idea de crear una emoción, expresando un sentimiento; y dicha emoción pasa necesariamente por una necesidad estética.”
Boris Eifman, un artista inspirado de naturaleza apasionada, está decidido a proseguir en su búsqueda de la perfección. Tras haberse peleado durante largos años contra la rigidez del sistema, es totalmente consciente del lugar que ocupa en su propio país. Hoy en día su Ballet - Teatro se compone de 60 bailarines y posee, por fin, su Centro Coreográfico fundado por el Estado y la Ciudad de San Petersburgo. Se trata de la única compañía en Rusia capaz de producir una o dos creaciones al año a pesar de las dificultades permanentes del país, lo que constituye una prueba más
de la fuerza creadora de Eifman: "Es cierto que para mí la creación significa la Vida y la Libertad".
Desde 1990, la Compañía realiza frecuentemente giras por Alemania, Israel, Polonia, España, Austria, Suiza, Francia, Turquía y Holanda. Su fama ha ido creciendo con sus nuevas creaciones, en particular en Estados Unidos. En 1997, presenta su creación La Giselle Rouge en San Petersburgo, ballet que narra la vida de la célebre bailarina rusa Olga Spessivtseva. Por primera vez, en octubre de 1997, el Teatro del Bolshoi de
Moscú le abre sus puertas. Es para Boris la ocasión de presentar sus tres últimas creaciones: Tchaikovsky, Giselle Roja y Hamlet Ruso que relata la vida del Zar Pablo I. El éxito es triunfal; la prensa rusa le consagra no sólo como único coreógrafo precursor de la danza en Rusia sino que también reconoce a la
compañía como una de las mejores que existen hoy en día en Rusia. En febrero de 2000 la dirección del Bolshoi incluye en su repertorio el Ballet Hamlet Ruso.
En abril de 1998 invitado en el City Center de Nueva York, presenta Giselle Roja. El éxito es inmediato: el City Center le invita a volver en la temporada siguiente, dos semanas (enero 1999) con cuatro programas diferentes. Se convierte en un invitado habitual siendo nuevamente invitado en el marco de una gira por Estado Unidos en marzo y abril 2002.
A principio de julio de 2001, el Teatro del Bolshoi presentó por primera vez una retrospectiva de los ballets de Boris Eifman, y el Don Juan y Molière es interpretado en el Teatro Marinsky (Kirov) de San Petersburgo.
En la temporada 2001/2002, la Compañía realiza una tournée por Israel, Francia (Lyon, España, Corea y Estados Unidos. En 2002 Boris Eifman celebró los 25 años de su Compañía actuando en esta ocasión con varios de sus ballets en el Teatro Marinsky de San Petersburgo. La Compañía volvió a París en enero de 2003 (Teatro Mogador) antes de realizar una gira en Londres en Febrero de 2003.
En enero de 2004, Boris Eifman fue invitado por el New York City Ballet para crear una obra en homenaje a Balanchine bajo el título de Musagete. Durante ese mismo año recorrió con su propia compañía Italia, China, Francia, Europa del Este, España, Polonia e Israel.
Su última creación Anna Karenina fue estrenada en 2005 y en ese mismo año realizó una gira por USA, Canadá, Alemania y Argentina. En 1999 Boris Eifman fue condecorado en Francia con el título de «Chevalier dans l´ordre des Arts et des
Lettres» y en 2006 recibió en Moscú el Premio Benois de la Danza – la más alta distinción en el mundo de la danza-, por su creación como coreógrafo de Anna Karenina.

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