martes, 25 de septiembre de 2007

"La noche en blanco de Madrid" reunió a un millón y medio de personas

Un millón y medio de personas salieron a la calle la noche del sábado pasado en Madrid, a pesar de la lluvia, para asistir a alguno de los espectáculos o visitar los museos abiertos en La noche en blanco, segunda edición, que volvió a ser un grandísimo éxito.
La idea de conseguir nuevos públicos modificando horarios, pautas de conducta y posición del ciudadano (no es el mismo museo el que se exhibe a horas habituales que el que se abre de noche, porque modifica la actitud, la percepción y la sensibilidad del espectador) es magnífica. Se hizo con un programa ambicioso, original e imaginativo, que abarcaba muchas disciplinas artísticas y soportes.

El proyecto se creó en París (mucho de lo bueno sigue llegando desde Francia) y en la red de ciudades europeas que se han sumado a la iniciativa están también Riga, Roma y Bruselas.

Ni que decir tiene que aquellos que tanto se quejan de los botellones y de la noche alcohólica habitual en los fines de semana en todas partes todavía no han tenido la brillante ocurrencia de tratar de imitar aunque sea modestamente esta iniciativa. En una ciudad como Pamplona, donde las programaciones siempre se mueven en los mismos horarios, estaría bien hacer una probatura.

Las noches en blanco de Pamplona son 8 al año, todas seguidas, del 6 al 13 de julio. Y en ellas, cultura y artes, la verdad es que na de na.

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