miércoles, 27 de febrero de 2008

Teatro Estudio de San Sebastián actúa en CIVICAN con dos piezas cortas de Anton Chejov y de Tennessee Williams

Una representación teatral recomendada, que será la protagonista del programa de mañana jueves, a las 19:05 horas. Bajo el título de En broma y en serio, Teatro Estudio de San Sebastián ofrece dos piezas breves: El oso, de Antón Chejov, y Háblame como la lluvia y déjame escuchar, de Tennessee Williams.

Será en CIVICAN, el jueves 28, a las 20:00 horas, con entrada libre (previa retirada de invitación).

Intérpretes: Carmelo Moreno, Mari Carmen Oihaneder y José Luis de Torres; Fernando Mikelajauregui y Mercedes Galiana. Director: Manolo Gómez. Compañía: Teatro Estudio San Sebastián.

Es una producción de Teatro Estudio de San Sebastián en la que se hace una breve semblanza de Antón Chejov y Tennessee Williams. Se representa El oso, una obra en clave de humor, escrita en 1888 por Chejov y que el propio autor calificó de “vodevil”. A continuación, se representará la obra dramática Háblame como la lluvia y déjame escuchar, escrita en 1950 por Tenneesse Williams y publicada junto con otras obras en un tomo titulado 27 vagones de algodón. Con ello se presenta el anverso y el reverso de una situación, el amor y el desamor.

Teatro Estudio de San Sebastián es una compañía de teatro aficionado que nació en 1964 por iniciativa de un grupo de jóvenes donostiarras que estaban haciendo teatro en diferentes compañías de la ciudad. Han producido alrededor de veinte obras de teatro entre las que se incluye En broma y en serio. Son habituales en los ciclos Teatro de bolsillo de Civican.

Sobre la "navarridad" de Tennessee Williams escribí esto, en un programa de mano de Pequeñas obras de Grandes Autores (que podéis consultar completo en el blog):

Tennessee Williams, como su propio nombre no indica, nació en el estado norteamericano de Missouri. Y, además, presumía de navarro. Como lo leen. Thomas Lanier Williams (Columbus, 1911), nació en el seno de una familia patricia venida a menos que prácticamente fundó y dirigió durante un siglo el estado de Tennessee, de ahí que lo adoptara como sobrenombre literario.
En sus memorias, señala: “Mi padre era de ilustre linaje, por entonces un poco menguado por lo menos en cuanto a importancia. Era descendiente directo de John Williams, primer senador por Tennessee; de John Sevier, primer gobernador del estado; y de Thomas Lanier Wiliams I, primer canciller del Territorio Occidental (que era como se llamaba Tennessee antes de convertirse en estado). Según genealogías publicadas, los Sevier eran originarios del pequeño reino de Navarra, donde un miembro de la familia fue custodio de uno de los monarcas borbones. La familia se dividió más tarde en ramas religiosas de católicos y hugonotes. Los católicos conservaron el apellido de Xavier, mientras que los hugonotes lo cambiaron por el de Sevier al huir a Inglaterra cuando la matanza de san Bartolomé. La familia se adjudicaba, como más cercano representante de fama mundial, a san Francisco Javier, a quien se atribuye la evangelización de numerosos chinos: a mi modo de ver, una empresa gallarda pero quijotesca”.

No hay comentarios: