La coreógrafa española Blanca Li se ha inspirado en el cuadro del pintor flamenco El Bosco El jardín de las delicias, que se puede ver en el Museo del Prado, para su último espectáculo de danza, con título homónimo, que el Festival Teatro Gayarre: Otras miradas, otras escenas exhibe hoy a las 20 horas.
Todavía quedan entradas para esta representación de danza contemporánea.
"Blanca iba a menudo al Museo del Prado para ver el cuadro de El Bosco, y le gustaba sobre todo el tríptico central, El jardín del Edén. Y el detonante para realizar el espectáculo fue conocer a la creadora audiovisual Eve Ramboz, que había hecho dos tesis sobre El Bosco y estaba muy interesada por el tema. Se juntaron las ganas personales de cada una y de ahí nació el montaje", explica Deborah Torres, ayudante de coreografía.
Blanca Li ha diseñado un espectáculo de estética pop con escenas de cabaret, de playa.... articuladas en dos tiempos, uno dedicado al mundo real y otro al plano imaginario, olvidándose del contenido moralizador que tenía la obra e inspirándose en los fragmentos más sugerentes y visuales.
"Blanca escogió al Bosco porque era alguien muy libre para su tiempo, en su época estaba muy censurado y él encontró la manera de ser provocador y hablar de lo que le rodeaba. Por eso hay una doble lectura y se pasa de los momentos más abstractos a los más terrenales, como el cabaret. En cualquier momento se puede ir hasta el extremo", añade. Una de sus compañeras en el montaje, la bailarina Glyslein Lefever, apunta que "en general somos un cuadro vivo y en esta ocasión interactuamos con una proyección, es como estar en 3D pero sin que perturbe la danza".
El rosa y el fucsia predominan en la danza de El jardín de las delicias, que según refleja su autora en el programa del festival es "un lugar de todos los posibles donde se cruzan personajes totalmente extravagantes (...). El espectáculo es a la imagen del cuadro: lleno de sorpresas y de fantasía, sin ninguna lógica aparente".
La artista granadina Blanca Li es Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y busca su inspiración en la cultura árabe andaluza. Se instaló en Francia en 1992 y allí creó su propia compañía de danza contemporánea; el espectáculo se estrenó el año pasado en el Festival Montpellier Danza.
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