"He hecho algunas porquerías, pero digo ante el cielo que algunos de mis espectáculos fueron malos, pero nunca aburridos. Prefiero un espectáculo malo divertido que uno bueno aburrido; éste es bueno y divertido (...)
Hay que dejar de hacer espectáculos para ciertas categorías de público: de viejos, de jóvenes, de intelectuales, de izquierda, de derechas; hay que hacerlos populares si queremos que el teatro siga viviendo, hay que divertir a toda la gente (...)
"Lo único que sé hacer es savarys, no hago bobwilsons, ni mnouchkines, aunque estén más de moda, pero es lo que hago hace 45 años, mi trabajo es divertir, como lo fue el de Shakespeare o Molière. Nuestra obligación es agarrar al público, sacarlo de la miseria en la que viven y ponerlo en otro mundo".
Jérôme Savary, director de teatro, a propósito del estreno de Lisístrata en el Festival de Mérida. El País, 31-9-2010.
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