viernes, 30 de septiembre de 2011

Crítica de "Analogía inversa", de Víctor Iriarte, y "De puro churro", de Maite P. Larumbe, en el Teatro Gayarre

Analogía inversa, de Víctor Iriarte, y De puro churro, de Maite Pérez Larumbe. Dirección: Víctor Iriarte. Intérpretes: Maite Redín, María Jesús Jódar, Ion Iraizoz, Javier Baigorri. Lugar y fecha: Teatro Gayarre, 27/09/11.

Chorros y churros

¿Es casual que San Fermín Txikito coincida con el anuncio de la posibilidad de viajar en el tiempo que podría suponer el descubrimiento de partículas que se mueven más rápido que la luz? Me inclino a pensar que no. Alguna conexión cósmica tiene que haber. Tal vez la clave esté entre las líneas de Analogía inversa, obra escrita y dirigida por Víctor Iriarte que volvió a programarse este pasado martes junto con otras piezas del ciclo San Fermín, a escena producido por el Gayarre para las fechas previas a las fiestas pamplonesas.

A mí, eso de los Sanfermines en septiembre, grandes o pequeños, no entro en consideraciones de peso o tamaño (tampoco los neutrinos tienen apenas masa y fíjate a qué velocidad se mueven), bueno, pues que me parece que tiene también algo de viajar al pasado, aunque sea un salto tan breve como ir un par de meses atrás. Algo más se mueven los personajes de Analogía inversa que, desde el lejano año 9999, pretenden descubrir el sentido de las fiestas de San Fermín a través de los vestigios arqueológicos recogidos en el área de Pamplona después de la destrucción de la civilización terrestre.

La obra parte, como se ve, de un planteamiento muy original al que saca un partido extraordinario. Quizá no tanto por un argumento cuyo final resulta algo previsible, pero sí por un conjunto de gags verbales muy ingeniosos. Tal vez pueda señalarse alguno más manido (ese fallar/follar, o esos primos que hacen el primo), pero, en casi todo lo demás, la función mantiene un nivel alto. La clave está en saber explotar una idea, lo cual es más sencillo (y más efectivo) cuando esta es buena. Y esta demuestra serlo: la interpretación que van haciendo los personajes de los restos conservados de la "Pamplonada Juliana" (museo de los Sanfermines incluido) adquiere tintes de delirio creciente, al tiempo que Víctor Iriarte se las arregla para colar entre chiste y chiste una trama sencillota, pero eficaz.

El chorro de neutrinos da paso a los churros. De la ciencia ficción castiza pasamos al costumbrismo de tipos en la comedia De puro churro firmada por Maite Pérez Larumbe. Una churrería en torno a las ocho de la mañana de un día 14 de julio se convierte en el marco espaciotemporal por el que circulan no a velocidad de la luz, pero casi, diferentes astros del universo local: la dueña del local, su quejosa madre, la hija adolescente, una amiga mística, el novio de ésta, un experto en reformas de baños y un guiri.

La constante de esta ecuación es un sobre con dos entradas para el apartado. Una excusa simple, pero efectiva, para sostener un enredo que se sustenta más en unos diálogos ágiles y en unos personajes bien captados del natural. La cosa funciona de modo más que aceptable, con algún tiempo muerto que tal vez podría limarse (no estoy muy seguro de que las grabaciones radiofónicas sean indispensables, por ejemplo), y momentos muy divertidos.

Destacaría en este último apartado la peculiar vis cómica de Mª Jesús Jódar, y también el trabajo de Maite Redín en las dos obras. Ion Iraizoz y Javier Baigorri cumplen también muy bien, como es habitual, con sus respectivos papeles.

3 comentarios:

Luis T dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Luis T dijo...

La verdad es que yo me reí mucho y me lo pasé muy bien (a pesar de la hora y del día que llevaba, lo cual es doble mérito vuestro).

Eso sí, da gusto ser amigo del crítico, ¿eh? ;)

Victor Iriarte dijo...

Da muchísimo gusto ser tan buen amigo de Pedro, en efecto. Aunque claro, a ver qué va a escribir el pobre con lo que le pagan y además teniendo que compartir palco uno o dos días a la semana conmigo.
Si te reíste, ya está bien. Ese era el objetivo.