El festival Otras miradas, otras escenas del Gayarre vuelve a salir hoy a la calle, con la actuación, a las 20.00 horas, de los Derviches de El Cairo en la avenida Carlos III, junto al monumento al encierro, donde ofrecerán una pequeña muestra de música y danza que servirá de preámbulo a la función que ofrecerán, ya sobre el escenario, mañana a la misma hora.
El grupo de los Derviches de El Cairo nació en 2001, con el fin de salvaguardar y difundir la música tradicional y popular egipcia y, especialmente, las danzas sufíes. Su fuerza y su capacidad de concentración en la danza, así como la brillante interpretación de la música y los ritmos de trance, que a gran velocidad producen vértigo y alegría en el escenario, les ha convertido, en poco tiempo, en uno de los conjuntos de mayor proyección dentro y fuera de su país. En Pamplona, los Derviches presentarán un espectáculo dinámico, colorido y de una maestría impresionante con marcadas diferencias con las danzas sufíes turcas.
La forma egipcia de la danza sufí es distinta a la turca y se denomina Altanura, nombre con el que se denomina la falda del bailarín, de casi 11 kilos de peso. Esto hace que la danza de los Derviches de El Cairo sea mucho más difícil que la de los turcos, que bailan sólo con chilabas. La música del espectáculo es en vivo con los instrumentos tradicionales de Egipto como la rababa, el nay, el dof, el sagat y el tar, y las canciones son religiosas y folklóricas.
La danza sufí consiste esencialmente en girar sobre el propio eje del cuerpo facilitando la alteración de los estados de conciencia y de éxtasis místico. Girar para vencer la muerte y la oscuridad, girar para elevarse, girar para ponerse en contacto con los principios de la propia vida y las leyes universale, girar para soñar que son soles, planetas y astros errantes que giran buscando a Dios.
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