viernes, 18 de julio de 2008

Una comedia amable de Shakespeare, teatro de animación callejera y la magia de El Brujo abren hoy el Festival de Olite

El Festival de Teatro Clásico de Olite se inaugura hoy con la representación de tres espectáculos: De místicos y pícaros, monólogo de Rafael Álvarez El Brujo en el escenario grande, la comedia de Shakespeare Mucho ruido y pocas nueces, en una versión reducida que se puede ver en el claustro de San Pedro, y el montaje de calle Meninetes, por la tarde en la plaza Carlos III.

Toda la programación pinchando aquí.

En total, esta muestra (que no Festival, como pomposamente se pregona) ofrece hasta el domingo 3 de agosto 27 funciones de 16 propuestas escénicas, de distintos estilos, algunas de ellas dramaturgias totalmente contemporáneas, como la de El Brujo, los sonetos que leerá Emilio Gutiérrez Caba o el Ñaque de Sanchis Sinisterra que ofrece Metamorfosis. Imposibilitado de una línea de programación coherente, Olite ofrece también este año una selección más o menos afortunada de las producciones estrenadas en los distintos festivales de teatro clásico del verano español, así como las producciones más recientes de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.

Poca de la oferta de este año la podré ver. Como en años anteriores, estaré parte de estos días fuera de casa. Eso sí, podré desplazarme a Madrid a ver alguna delicatessen, como la que trae un año más Declan Donellan al Teatro Español, en esta ocasión un Troilo y Crésida del que me han hablado maravillas.

Olite ofrece también hoy la inauguración de una exposición fotográfica.

El escenario de la Cava, para 650 espectadores, adosado a uno de los muros del Palacio, ofrece hoy y mañana con el nuevo trabajo de El Brujo, De místicos y pícaros, construido entre los versos de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús y los textos picarescos como El Buscón o el Lazarillo de Tormes. La obra abre también la serie En torno a los cómicos de la legua, que rendirá tributo a aquellos actores y compañías que recorrían los caminos, haciendo llegar el teatro a todos los rincones. Dentro de este apartado se enmarca también la versión de Ñaque o de piojos y actores, que Metamorfosis Teatro mostrará en el claustro de San Pedro el 30 de julio, además de las siguientes funciones de calle: Juglarías, de Carlos Alba, que podrá verse hoy, mañana y el domingo en el jardín viejo del castillo, donde el 27 de julio se representará El buscón, de Templanza, y La herencia de Pantalone o Venecia salvada por las aguas, de Venezia inscena, el día 26 en la plaza de Carlos III el Noble.

Teatro de Fondo ofrece Mucho ruido y pocas nueces en el claustro de San Pedro (120 espectadores) , al que seguirá el domingo otra versión reducida y apañada de Shakespeare: Burguer King Lear, firmada por João García Miguel y con la técnica de clown para plasmar la fragilidad del personaje, en inglés y portugués con subtítulos en castellano. El 1 y 2 de agosto se ofrece El mercader de Venecia, de Darek Teatro, con versión de Rafael Pérez Sierra y dirección de Denis Rafter. Y el ciclo se cerrará con Morboria y su adaptación de El sueño de una noche de verano, transformado en Espíritus del bosque, que el día 3 clausurará el festival.

Emilio Gutiérrez Caba, acompañado por José Mª Arcos, ofrece Sonetos el 31 de julio en el claustro.

En torno al mito donjuanesco se ha programado El burlador de Sevilla, de Tirso de Molina, del Teatro de la Abadía, el 23 y 24 de julio en el claustro; Teatro de papel ofrece El convidado de piedra, del Teatro de formas animadas, el 29, 30 y 31 de julio en la sala de Embajadores del Palacio, y las sesiones de Cómo contar mitos a los niños: El Burlador sin sardina, de Pasadas las 4, el 23, 24 y 25 de julio en la sala de los Arcos. El 24 de julio se celebra el primero de los Coloquios en el Palacio, con el título El Burlador a través de la literatura o cómo ver a Don Juan en el siglo XXI.

La Compañía Nacional de Teatro Clásico ofrece dos propuestas: Las manos blancas no ofenden, de Calderón de la Barca, con dirección de Eduardo Vasco, el 25 y 26 de julio en la Cava, y La noche de San Juan, de Lope de Vega, dirigida por la Joven Compañía de Teatro Clásico, el 27 y 28 de julio en el claustro.

3 comentarios:

victorab dijo...

Hola Victor,

Ultimamente este blog aburre. Los del castillito ese te pagan algo?

Victor Iriarte dijo...

En efecto, tocayo, los del castillito de Magalia me pagan, y no poco. He estado llevando la comunicación de ese festival y no quería dejar a mis lectores, a quienes tanto debo y que tanto me quieren, sin información de mis andanzas por allí. Y volcándolo en el blog me ahorro espacio en mi disco duro.
Gracias por tus comentarios, pero me temo que te seguiré aburriendo. Estoy a medio gas, de pseudo vacances, así que no esperes comentarios muy animados.
Un abrazo,

PEZ dijo...

Señor Iriarte! Cuánto tiempo... Por fin me decido a escribir en su blog. Y yo que esperaba verle por el "castillito", por el de Olite, digo. No sé si le dije la última vez que nos vimos, calurosa noche estival del agosto pasado, que últimamente me ha dado por los clásicos. Usted fuera de casa estos días, desaprovechando invitaciones a mansalva para ver "lo mejor de Calderón, Lope y Shakespeare", según dicen los anuncios, y un pobre estudiante de teatro en Madrid gastando sus ahorrillos para culturizarse un poco. No hay derecho. Si le sobra alguna, ya sabe. Y por cierto, no deje de ver lo de Donellan, a mí también me hablaron bien. Ya a la vuelta nos cuenta y hablamos de lo que se cueza en Olite-Erriberri.
Saludos,
Aitor.