viernes, 27 de noviembre de 2009

Para reírnos un poco: Los cambios en el idioma en 30 años

Antes y ahora:

Solterona - Profesional independiente

Tocarse las pelotas con pasta - Spa

Engañabobos - Demo

Don José, ¿me manda al niño con el pedido? - Delivery

Trabajar en negro - Contrato de Prácticas

Gilipollez - Expresión sacada de contexto

Loco de mierda - Transgresor

Almacén / kiosco - Drugstore

Ninguna tía me hace caso - No encuentro mi target

Vestirse con cualquier trapo - Ser fashion

Humildad - Perfil bajo

Comprar compulsivamente - Shopping

Hacer las cosas como el culo - Desprolijidad

Pan Flauta - Baguette

Tocar de oído algunos temas - Consultor

Vendedor - Ejecutivo de cuentas

Colgado - Diferente

Servilleta Agenda - Palm Pilot

Que no me toque nadie los cojones - Estar reunido

Curandero/a - Mentalista

Tocarse las pelotas en el curro - Desayuno de trabajo

Peluquero - Estilista

2+2 para ti = 3, para mi = 5 - Sinergia

Profe de gimnasia - Personal trainer

Caminar entre piedras, arbustos, troncos y abejas - Trekking

Nunca le gustó trabajar - Asesor

Me voy al bar a ver si ligo algo - Me voy a chatear

Reunión de desocupados - Talk-show

La calentura es mutua - Funciona la química

Viajar a cualquier lado y en malas condiciones - Turismo de aventura

Trata de blancas - Anuncios breves

Manipular la opinión pública - Fenómeno mediático

No entiendo una mierda - Hay que leer entre líneas

Bragas y sostenes - Lingerie

No dan una mierda en la tele - Zapping

Programa sin sentido - Magazine

Tercer Mundo - Países Emergentes

Despidos masivos - Reestructuración

Cuantos mas seamos menos pagaremos - Joint Venture

Robo indiscriminado de los políticos - Déficit Fiscal

Joderle la vida a los demás - Libertad de expresión

2 comentarios:

Thabitha dijo...

Qué bien leer algo que me saque una sonrisa un sábado por la mañana en el trabajo, mientras otros disfrutan de teatros varios.
Espero que Harold Pinter triunfara.
Salud!

Victor Iriarte dijo...

La verdad es que lo de Pinter fue un pestiño de ciudao, debido a una dirección bastante desnortada (intentó en algunos momentos hacer reír) y, sobre todo, a dos actores. Una, la chica, que era penosa y era incapaz de transmitir nada, y el otro, Tristán Ulloa, que seguramente mal dirigido no conseguía dar el subtexto que exigía esa obra: la tensión, la amenaza subyacente detrás de cada palabra y expresión.

Además, alargaron innecesariamente la representación hasta las dos horas, recreándose de malas maneras en la jugada, y me perdí una cita posterior. Había quedado para un vals. Espero que la chica a la que dejé plantada no se haya enfadado mucho.