Antes y ahora:
Solterona - Profesional independiente
Tocarse las pelotas con pasta - Spa
Engañabobos - Demo
Don José, ¿me manda al niño con el pedido? - Delivery
Trabajar en negro - Contrato de Prácticas
Gilipollez - Expresión sacada de contexto
Loco de mierda - Transgresor
Almacén / kiosco - Drugstore
Ninguna tía me hace caso - No encuentro mi target
Vestirse con cualquier trapo - Ser fashion
Humildad - Perfil bajo
Comprar compulsivamente - Shopping
Hacer las cosas como el culo - Desprolijidad
Pan Flauta - Baguette
Tocar de oído algunos temas - Consultor
Vendedor - Ejecutivo de cuentas
Colgado - Diferente
Servilleta Agenda - Palm Pilot
Que no me toque nadie los cojones - Estar reunido
Curandero/a - Mentalista
Tocarse las pelotas en el curro - Desayuno de trabajo
Peluquero - Estilista
2+2 para ti = 3, para mi = 5 - Sinergia
Profe de gimnasia - Personal trainer
Caminar entre piedras, arbustos, troncos y abejas - Trekking
Nunca le gustó trabajar - Asesor
Me voy al bar a ver si ligo algo - Me voy a chatear
Reunión de desocupados - Talk-show
La calentura es mutua - Funciona la química
Viajar a cualquier lado y en malas condiciones - Turismo de aventura
Trata de blancas - Anuncios breves
Manipular la opinión pública - Fenómeno mediático
No entiendo una mierda - Hay que leer entre líneas
Bragas y sostenes - Lingerie
No dan una mierda en la tele - Zapping
Programa sin sentido - Magazine
Tercer Mundo - Países Emergentes
Despidos masivos - Reestructuración
Cuantos mas seamos menos pagaremos - Joint Venture
Robo indiscriminado de los políticos - Déficit Fiscal
Joderle la vida a los demás - Libertad de expresión
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2 comentarios:
Qué bien leer algo que me saque una sonrisa un sábado por la mañana en el trabajo, mientras otros disfrutan de teatros varios.
Espero que Harold Pinter triunfara.
Salud!
La verdad es que lo de Pinter fue un pestiño de ciudao, debido a una dirección bastante desnortada (intentó en algunos momentos hacer reír) y, sobre todo, a dos actores. Una, la chica, que era penosa y era incapaz de transmitir nada, y el otro, Tristán Ulloa, que seguramente mal dirigido no conseguía dar el subtexto que exigía esa obra: la tensión, la amenaza subyacente detrás de cada palabra y expresión.
Además, alargaron innecesariamente la representación hasta las dos horas, recreándose de malas maneras en la jugada, y me perdí una cita posterior. Había quedado para un vals. Espero que la chica a la que dejé plantada no se haya enfadado mucho.
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